Los carbohidratos consisten en carbono, hidrógeno y oxígeno. Los carbohidratos suministran al cuerpo una fuente de energía y son los componentes básicos de la celulosa y el glucógeno. También se combinan con otras moléculas para formar ADN, ARN, glicolípidos, glicoproteínas y ATP.
La glucosa, fructosa, galactosa y ribosa son carbohidratos simples. Los músculos requieren glucosa para crecer, y los órganos la necesitan para funcionar. También es el combustible más importante del cuerpo. La fructosa se encuentra en frutas y verduras. La galactosa se encuentra en la leche, mientras que la ribosa, que forma parte del ácido ribonucleico, se encuentra en todas las células del cuerpo humano. Durante la respiración, los carbohidratos se metabolizan y liberan energía. Los carbohidratos que no se convierten en energía se almacenan como grasa.
Los carbohidratos complejos incluyen almidón, glucógeno y celulosa. El almidón se encuentra en el arroz, el trigo, el maíz, las zanahorias y las papas. El glucógeno se encuentra en los músculos e hígados de los animales. Tanto el almidón como el glucógeno son formas de energía almacenada. La celulosa actúa como el esqueleto de las plantas y les da su forma. También es una fuente de fibra dietética.
Los carbohidratos simples producen 3.87 calorías de energía por gramo y se asocian comúnmente con alimentos procesados, que incluyen productos horneados, dulces y refrescos. Los carbohidratos complejos producen entre 3.57 y 4.12 calorías de energía por gramo y se asocian comúnmente con alimentos naturales sin procesar.