El pescado no tendrá un sabor a pescado si se maneja adecuadamente después de comprarlo en el mercado. El pescado fresco no tiene olor a pescado ni mal olor. Es solo después de que es capturado y matado que un pez desarrolla un olor a pescado.
Lavar el pescado con agua del grifo y tratarlo o limpiarlo con vinagre, limón o jugo de tomate puede reducir el olor a pescado. Remojarlo en leche durante una hora también puede eliminar el hedor del pescado. Esto se debe a que los ingredientes ácidos y la leche ayudan a neutralizar los compuestos de pescado que causan el olor a pescado.
También se debe observar el manejo y almacenamiento adecuados de los peces para garantizar que los peces se mantengan frescos y no desarrollen un olor fuerte. Cuando almacene pescado fresco en el refrigerador, elija un paquete que permita que el aire fluya libremente y coloque el pescado crudo empacado en el congelador o en la parte más fría del refrigerador. La congelación es otra forma de almacenar pescado crudo por más tiempo. Use una envoltura o recipiente hermético, como una envoltura de plástico para congelar, papel de aluminio resistente o bolsas de congelación para congelar el pescado. Mantenga la temperatura a cero grados o más bajo si congela el pescado durante aproximadamente cuatro a seis meses. Esto mantendrá y preservará la frescura del pescado y evitará que desarrolle un mal olor.