Los pasteles de calabaza están bien para congelarse, pero pueden tener una textura ligeramente diferente una vez que se hayan descongelado. El sabor debe ser el mismo que el de un pastel de calabaza fresco.
Antes de congelar un pastel de calabaza, asegúrese de que el pastel esté completamente frío. Luego, envuelve todo el pastel en una envoltura de plástico, asegurándote de que todo esté cubierto. Luego, envuélvalo en una lámina de aluminio para evitar que el pastel recoja los olores del congelador. Colóquelo en el congelador donde pueda quedar plano. Los pasteles de calabaza se pueden almacenar en el congelador hasta por dos meses. No congele un pastel de calabaza que se haya congelado previamente.