La langosta es un marisco popular que se puede servir frío o caliente. Se puede combinar con una variedad de guarniciones. La langosta tiene un sabor suave por sí misma, por lo que se combina bien con muchos alimentos diferentes.
La langosta se puede agregar a una sopa o ensalada y comúnmente se sirve con maíz, judías verdes, papas, guisantes, zanahorias, espárragos o frijoles negros. Algunos mariscos que van bien con la langosta incluyen salmón, vieiras y camarones. Risotto, arroz y pasta son acompañamientos que realzan el sabor de la langosta. Para terminar la comida, un postre ligero, como un bizcocho o un sorbete, es un buen complemento para un plato de langosta.