El color amarillo en las hojas de los vegetales puede indicar una amplia gama de problemas, que incluyen demasiada agua o muy poca agua. Las hojas también pueden volverse amarillas cuando la planta no está recibiendo suficiente nitrógeno. Otras causas comunes del amarilleo de las hojas de las plantas incluyen temperaturas extremas, daño a las hojas, daño a las raíces, enfermedades y fertilización excesiva.
Prueba y error es la única forma de identificar la causa definitiva de las hojas amarillentas. Identifique las causas potenciales más obvias y elimine cada posibilidad sistemáticamente. Para acelerar el proceso, busque el consejo de otros jardineros o empleados de invernaderos en la misma área para conocer las deficiencias locales del suelo o las condiciones ambientales.