El manto de una almeja está dentro del interior de la concha. Forra la parte inferior de ambas válvulas de la concha y contiene los órganos internos del animal. La superficie exterior del manto está formada por lóbulos del manto, y el interior se llama cavidad del manto.
Los lóbulos del manto son órganos pareados, cada uno de los cuales recubre el interior de su respectiva mitad de la concha. Sirven como una cubierta suave para los órganos de la almeja. También secretan el carbonato de calcio que forma la cáscara de la almeja. El manto está formado por tres pliegues: el más externo hace y repara la cáscara, el pliegue medio contiene células sensoriales y el pliegue más interno regula el flujo de agua que entra y sale de la cáscara.