Las frutas que deben evitarse en una dieta baja en fructosa incluyen manzanas, higos secos, peras, dátiles y ciruelas, todos los cuales tienen altos niveles de fructosa. Otras frutas difíciles de tolerar y rellenas de fructosa son los plátanos, las uvas, los mangos, el kiwi y la sandía. El zumo de manzana, el zumo de naranja, la fruta de caqui y las pasas también deben evitarse.
Las frutas que se pueden comer con moderación mientras que en una dieta baja en fructosa incluyen albaricoques, melocotones, frambuesas, melón y ciruelas. Las personas también pueden comer algunas moras, fresas, piña y melón dulce. Las naranjas, cerezas y arándanos pueden ser tolerables para algunas personas, pero contienen de 3 a 4 gramos de fructosa, lo que las coloca cerca de la lista prohibida.
Para evitar los síntomas comunes de intolerancia a la fructosa, como dolor abdominal, gases, diarrea y náuseas, siempre coma una cantidad moderada de fruta segura junto con las comidas regulares, y nunca coma fruta entre las comidas. Es mejor evitar comer alimentos hechos de frutas como mermeladas, jaleas y chutneys.