La forma más efectiva de recalentar las costillas es calentándolas en un horno a baja temperatura hasta que la carne alcance la temperatura de servicio deseada. La temperatura ideal del horno para recalentar las costillas es entre 200 y 250 grados Fahrenheit.
Un microondas también es una herramienta efectiva para recalentar costillas. Se debe tener cuidado de no dejar la carne en un horno de microondas demasiado tiempo para evitar que se seque la costilla principal. Establecer el temporizador en 1 minuto inicialmente y luego cocinarlo durante intervalos adicionales de 30 segundos hasta que la carne alcance la temperatura deseada es un curso ideal a seguir cuando se recalienta la costilla en el microondas.