Un huevo del siglo se fabrica conservando un huevo de codorniz, pato o pollo en una solución salina que consiste en sal y arcilla, pero también puede incluir cascaras de ceniza y arroz. A diferencia de su nombre, El huevo del siglo solo toma, a lo sumo, unos pocos meses para hacer.
Los huevos del siglo a veces se llaman huevos de mil años o huevos del milenio. El proceso de conservación convierte las yemas de huevo en una sustancia similar al queso, mientras que la clara de los huevos se convierte en una gelatina de color oscuro.
Estos huevos malolientes se conocen como "huevos de orina de caballo" en Tailandia debido a la creencia errónea de que los huevos se conservan con orina de caballo y "huevos con dibujos de pino" en China debido al patrón que se desarrolla en los huevos durante su preservación. Son un manjar en muchos países asiáticos y algunas veces se comen solos, pero con mayor frecuencia se sirven con congee o gachas de arroz. Esta delicadeza ha existido durante cientos de años y fue un descubrimiento accidental.
Cuando los huevos del siglo están listos para comer, desarrollan un fuerte olor a amoniaco y azufre debido al hecho de que el pH y el contenido de sodio del huevo están alterados. Se vuelven de color gris oscuro y con frecuencia se sirven como una comida regular o en ocasiones especiales.