Para hacer un filtro de café casero, doble una toalla de papel por la mitad y por la mitad otra vez. Conviértalo en un cono con tres lados en la parte posterior y un lado en la parte frontal, y colóquelo en la parte superior de la cafetera.
Una vez que el filtro de café casero esté listo, agregue la cantidad preferida de café y agua. Para obtener mejores resultados, elija una toalla de papel resistente sin patrones decorativos en relieve ya que pueden hacer que el filtro de café sea demasiado poroso. Un filtro de café casero como este funciona para una taza de café regular. Los resultados pueden variar si se intenta hacer una mayor cantidad de café.