Según The Wall Street Journal, la fruta del pan sabe a papas poco cocidas y tiene una textura crujiente similar. También se sabe que la fruta sabe a pan fresco, de ahí su nombre.
La fruta de pan se puede cocinar de manera similar a las papas, y su sabor indistintivo le permite absorber una amplia variedad de especias sin alterar su perfil de sabor.
La fruta del pan es originaria de los países subequatoriales y tropicales de África y el Caribe, y de las naciones insulares del Océano Pacífico. Como uno de los árboles frutales de mayor rendimiento en el planeta, con una planta que produce casi 500 libras de fruta por temporada, según The Wall Street Journal, los científicos creen que los árboles de fruta del pan pueden ser una solución para ayudar a acabar con los problemas mundiales del hambre. El desafío surge cuando se trata de hacer que los alimentos sean más sabrosos para el consumo generalizado.