Las crabapples son comestibles de acuerdo con el Jardín Botánico de Brooklyn. La mayoría de las variedades de crabapples tienen un sabor muy ácido y se usan generalmente para hacer sidra, mantequilla de manzana, mermeladas o jaleas en lugar de comerlas tal como están. Algunas culturas asiáticas los utilizan como condimento agrio.
Algunos árboles de crabapple se usan como plantas ornamentales del paisaje debido a sus flores de primavera vibrantes y coloridas frutas de otoño, y también son populares en los jardines de bonsai. Se sabe que sus frutos duran todo el invierno.
Los árboles de manzano también se utilizan para polinizar huertos con otros tipos de manzanas. Se colocan entre casi cada seis o más árboles, o sus ramas pueden ser injertadas en otra variedad de árboles.
