Las algas rojas se agregan a los alimentos en forma de carragenina y extractos de agar: estos aditivos se encuentran en muchos alimentos, incluidos los postres congelados, sopas, salsas, aderezos para ensaladas y productos lácteos. Son similares en composición física y química, aunque la carragenina es ligeramente más gruesa y más viscosa. El carragenano se usa a menudo para estabilizar los alimentos almacenados y los artículos refrigerados como el pudín, el chocolate, la leche y los frostings, mientras que el agar es más adecuado para las bajas temperaturas.
El carragenano agrega poco sabor a las sustancias que lo componen. Sin embargo, crea una calidad de gel, que une gelatinas, budines y otras mezclas. De esta forma, se agregan algas rojas al ponche de huevo, sorbetes, pudín instantáneo y sopa cremosa.
El agar, como la carragenina, es un subproducto de las algas rojas. El agar, sin embargo, ayuda a mantener los elementos solidificados a bajas temperaturas, lo que lo hace ideal para helados, paletas y otros artículos congelados. El agar es relativamente barato de producir, lo que lo convierte en un aditivo popular para productos alimenticios comerciales. Algunas veces se usa como sustituto en artículos de reposo, como panes y pasteles, donde reemplaza a la gelatina. El agar en esta forma se utiliza para crear mayonesa, queso procesado, crema batida, condimentos, productos lácteos, jarabes y jugos de frutas. Algunos dulces y chocolates también contienen agar, al igual que muchas fórmulas infantiles y cereales para el desayuno.