Los granos refinados no son saludables porque el proceso de molienda, que está diseñado para aumentar la vida útil de un producto, elimina la fibra saludable y los nutrientes que han demostrado disminuir el riesgo de enfermedades cardíacas, ciertos tipos de cáncer, la diabetes tipo 2 y más, según la Clínica Mayo. Además, las personas que consumen una dieta rica en cereales integrales en lugar de los carbohidratos refinados generalmente son más saludables y viven más tiempo, según WebMD.
Comer granos refinados también puede afectar la cintura, ya que no contienen la fibra que puede hacer que el cuerpo se sienta lleno. De hecho, un estudio en el Journal of Nutrition encontró que las personas que consumen granos integrales al menos tres veces al día tienen menos grasa abdominal, según la revista Eating Well.
Los granos refinados también suelen ser más altos en el índice glucémico que sus contrapartes integrales. Los alimentos con alto índice glucémico pueden hacer que los niveles de glucosa en la sangre aumenten, lo que, a su vez, puede acelerar la producción de grasa, aumentar el consumo de calorías y disminuir la sensibilidad a la insulina, según Scientific American. Los granos enteros se digieren más lentamente que los granos refinados, lo que mantiene los niveles de azúcar en la sangre uniformes, y evitar estos picos y valles puede ayudar a reducir el riesgo de diabetes tipo 2, según WebMD.