Hornear galletas es un ejemplo de cambio químico. A diferencia de hervir agua o mezclar repollo y zanahorias, hornear masa para galletas implica reacciones que crean un nuevo elemento con una composición química diferente a la de piezas originales.
Por otra parte, una reacción física no implica una alteración en la composición química de una sustancia. En su lugar, implica solo un cambio de forma o fase. Para ayudar a hacer la distinción, un indicador importante de una reacción química es la presencia de calor o energía lumínica, agregada para hacer que la reacción ocurra o generada por el proceso en sí.