Actualmente no hay formas conocidas de cultivar cerezas sin semillas. Las cerezas se consideran una fruta de hueso, y los científicos no han tenido éxito en la creación de frutas completamente sin hueso.
Durante años, los científicos han estado trabajando en formas de crear fruta sin hueso. En 1914, el fitomejorador Luther Burbank se acercó cuando logró crear una ciruela parcialmente sin hueso. Su trabajo ha tenido fuertes influencias en los horticultores de hoy en día, que todavía están buscando formas de crear cerezas, ciruelas y duraznos completamente sin semillas. Les ha resultado difícil producir estas variedades sin comprometer la calidad o el tamaño de la fruta, que son factores importantes si la fruta se vende a gran escala. Si se logra, podría significar mayores ganancias para los productores, ya que el consumo de frutas como uvas y sandías aumentó una vez que las versiones sin semillas se pusieron en el mercado.
