La investigación sugiere esperar al menos 1 hora después de cualquier comida antes de dormir. Esta es la mejor manera de evitar cualquier problema digestivo o relacionado con el sueño. Comer comidas demasiado cerca de la hora de acostarse se asocia con un mayor riesgo de enfermedad por reflujo ácido.
Los individuos activos, o aquellos que sufren de diabetes, pueden encontrar que las meriendas ligeras antes de acostarse son beneficiosas para mantener los niveles de azúcar en la sangre durante la noche. Los alimentos consumidos antes de acostarse pueden influir en la forma en que uno duerme, así como en los problemas asociados con hacerlo. Esos alimentos que contienen proteínas queman su energía a un ritmo más lento y uniforme, y tienen menos probabilidades de causar molestias digestivas durante la noche. Los alimentos que son ricos en grasas o carbohidratos simples fomentan la producción de ácido en el estómago y pueden aumentar la probabilidad de que la acidez estomacal interrumpa el sueño.