La carne molida que se ha echado a perder tiene un olor desagradable y un color marrón grisáceo revelador. Cuando están frescas, todas las carnes rojas crudas tienen un aspecto rojo rosado intenso y no tienen un olor fuerte. La carne molida fresca también contiene pequeñas manchas de grasa blanca.
El olor de la mala carne molida es empalagoso, asquerosamente dulce y mohoso. Cuando este olor está presente, la carne de res no es segura para el consumo por humanos o animales y se debe desechar de inmediato. Si la carne tiene un tono gris pero huele fresco, es comestible pero debe cocinarse de inmediato.
La capa exterior de la carne molida fresca es de color rojo, y mientras que una capa exterior de gris a marrón indica deterioro, un tono marrón a gris en la parte interna es normal. Esto se debe al hecho de que la porción interna de la carne no está expuesta al aire. La carne molida perece más rápido que los cortes enteros de carne, y es más propensa a recoger bacterias durante el proceso de preparación. La preparación de carne molida en una superficie higienizada ayuda a minimizar la posibilidad de contaminación cruzada.
Comer carne cruda es peligroso debido a las bacterias dañinas que puede contener. La carne que está a punto de volverse mala no debe usarse para preparaciones crudas, como el tartar de bistec. Las hamburguesas, carnes y otros platos bien hechos son mejores opciones para este tipo de carne porque las altas temperaturas de cocción matan a las bacterias.
Para minimizar las posibilidades de comprar carne que ya se haya echado a perder, los compradores deben verificar su fecha de caducidad, anotar el color de la carne y oler el paquete en busca de olores rancios. Si la carne pasa estas pruebas, es comestible. Cocinar la carne el día de la compra garantiza la máxima frescura y el sabor jugoso. Según Eat By Date, la carne molida tolera la congelación hasta por ocho meses y la refrigeración hasta por dos días. Para la carne molida que se almacena en el congelador, envolver el producto en papel de aluminio antes de la congelación ayuda a preservar su frescura y minimiza la posibilidad de quemaduras por congelación.