La mejor manera de mantener las uvas frescas es colocarlas en una toalla de papel en un recipiente abierto. La toalla de papel elimina la humedad de la fruta.
Las uvas frescas se pueden almacenar en el refrigerador durante 5 a 7 días antes de que empiecen a echarse a perder. Si se almacena adecuadamente, las uvas se pueden congelar durante 10 a 12 meses.
Se aconseja que las uvas no se laven hasta que sea hora de comerlas. Esto evita que la humedad arruine la fruta.
Los tallos de las uvas deben retirarse antes de congelarlos. Las uvas también deben lavarse y secarse bien antes de congelarse.