Las remolachas azucareras son seguras y nutritivas para comer. Las remolachas a menudo se cocinan antes de comer, pero son seguras para comer crudas. Se pueden consumir hervidas, horneadas, cocidas al vapor, fritas o asadas. Para obtener el valor nutricional más alto, deje la cáscara mientras cocina, luego frote la cáscara con agua fría.
Las remolachas contienen calcio, cobre, hierro, magnesio y fósforo. Otros nutrientes que se encuentran en la remolacha incluyen potasio, selenio, sodio, zinc y colina. Además, las remolachas contienen folato, niacina, retinol, riboflavina y betacaroteno, así como vitaminas A, C, B6, B12 y E. Fueron popularizadas como comida en la década de 1800 por los chefs franceses. Antes de eso, las raíces se usaban principalmente con fines medicinales.