Los frijoles negros y rojos tienen ácido tánico. Las frutas como los albaricoques, cerezas, duraznos y dátiles también contienen ácido tánico. Las nueces inglesas, las nueces negras y los anacardos también tienen ácido tánico.
Ciertas bayas, como arándanos, moras y fresas; chocolate, té y café; Especias como la canela, el comino, el orégano y la cúrcuma; y el jugo de manzana contienen ácido tánico. El ácido tánico también puede estar presente debido a un agente saborizante, como en la cerveza debido al uso del lúpulo. La harina de cebada contiene altos niveles de ácido tánico, por lo que ciertos productos de pan pueden tener más de este químico de lo esperado.
La Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU. menciona que el ácido tánico tiene un bajo valor nutricional, pero estudios posteriores indican que ciertos tipos de cáncer, como el cáncer de esófago, están relacionados con los alimentos que contienen ácido tánico, como el té de hierbas y las nueces de betel. Sin embargo, otra investigación muestra que el ácido tánico es potencialmente anticancerígeno y antimutagénico. El ácido tánico también tiene propiedades antimicrobianas que combaten las infecciones por microbios y los hongos en las frutas. El ácido tánico también puede servir como agente para preservar la vida útil de ciertos alimentos como los filetes de bagre. Otras propiedades se han documentado en el ácido tánico, como la reducción de la presión arterial y la aceleración de la coagulación de la sangre.