Un huevo flota en agua salada si el agua es más densa que el huevo. La sal agrega densidad al agua, pero si no hay suficiente sal, el huevo se hunde.
Cuanta más sal se agregue al agua, mayor será la cantidad de huevos u otros objetos menos densos. La densidad proviene de la cantidad de moléculas presentes en el agua. El agua salada tiene más moléculas que el agua dulce. Por lo tanto, se pueden agregar cantidades variables de sal al agua para que el huevo flote en diferentes lugares, como el centro del vaso. Otro factor a considerar es la temperatura. El agua fría es significativamente más densa que el agua tibia.
La regla de los objetos menos densos que flotan en aguas más densas se aplica también a los escenarios más grandes. Es más fácil para una persona mantenerse a flote en el océano que en una piscina. Los barcos pueden flotar fácilmente porque distribuyen su densidad en la superficie y porque algunos barcos tienen bolsas de aire, que son mucho menos densas que el agua.
Este concepto se aplica incluso al buceo. Los buzos deben asegurarse de que en el agua salada usen más peso para poder moverse y hundirse. Algunos tienen que doblar su peso corporal para bucear adecuadamente.