El humus aumenta la fertilidad del suelo; también ayuda al suelo a absorber y retener la humedad y promueve la formación de una buena estructura del suelo. Es una materia orgánica que se forma en el suelo cuando las plantas y otros materiales orgánicos se descomponen. La formación se produce naturalmente a través de un proceso conocido como humificación.
El humus promueve el crecimiento de las plantas al proporcionar los nutrientes y minerales necesarios. Apoya la actividad microbiana en el suelo, a través de la cual las raíces son capaces de absorber nutrientes. Actúa como un almacén de nutrientes esenciales para las plantas y ayuda a determinar el nivel de fertilidad del suelo. Aporta nutrientes básicos y ácidos para el desarrollo y crecimiento de plantas superiores.
El humus hace que el suelo sea más poroso, mejorando así la aireación del suelo, la infiltración y el drenaje. Alivia el pH del suelo y previene la pérdida de nutrientes de las plantas a través de la lixiviación. El humus hace que los suelos sean más granulares, mejorando la agregación de las partículas del suelo.
El humus evita que sustancias tóxicas entren al ecosistema más grande. Debido a que contiene mucha humedad, esto aumenta la capacidad del suelo para resistir la sequía. También sirve como fuente de alimento para los organismos del suelo. El humus se describe como compost natural. La diferencia entre el humus y el compost hecho por el hombre es que este último se forma en condiciones controladas para ayudar a acelerar la descomposición de las plantas y otra materia orgánica.