El agua que huele a huevos podridos generalmente contiene gas de sulfuro de hidrógeno o bacterias azufradas, ambas son seguras para beber. Sin embargo, si el olor a huevo podrido proviene de aguas residuales u otra contaminación, puede ser inseguro para el consumo.
Aunque el agua que contiene sulfuro de hidrógeno es seguro de usar, causa corrosión en las tuberías metálicas y decolora los utensilios de cobre y latón. Además, el azufre crea un limo que obstruye las tuberías y actúa como caldo de cultivo para las bacterias del hierro. El gas de sulfuro de hidrógeno se vuelve dañino una vez que entra al aire, por lo que es importante eliminar su fuente antes de que cause problemas.
