El agua destilada puede contener cloro si no se toman medidas especiales para eliminarla. La destilación implica hervir agua y condensar el vapor en un recipiente limpio. Si se hace correctamente, el agua debería estar más limpia, pero aún pueden existir toxinas.
La destilación hace un buen trabajo eliminando cualquier contaminante que tenga un punto de ebullición más bajo que el agua, que es la mayoría de ellos. Sin embargo, el cloro tiene un punto de ebullición más alto que el agua, y es necesario tomar medidas especiales para eliminarlo.
El consumo de agua destilada conlleva riesgos, ya que su consumo se ha relacionado con mayores riesgos de enfermedades cardíacas y problemas cardiovasculares. Cualquier persona que piense beber agua destilada regularmente debe consultar a su médico de antemano.