La menta proviene de un pequeño grupo de plantas herbáceas que crecen en todos los continentes, excepto en la Antártida. Las plantas de menta prosperan cerca del agua y crecen abundantemente en las orillas de lagos y ríos. Según Better Homes & Los jardines son fáciles de cultivar y tienen una afinidad por lugares húmedos y frescos. La menta crece bien en áreas soleadas y con sombra.
Según Cooking Light, las plantas de menta se propagan rápidamente y producen grandes cantidades de hojas a lo largo de su ciclo de crecimiento. Las hojas de menta fresca deben recogerse, enjuagarse y comerse el mismo día, aunque las hojas no utilizadas toleran la refrigeración durante varios días. La menta seca tiene una vida útil más larga y permanece comestible durante años si se mantiene en un recipiente oscuro, seco y hermético.
El Epicentro revela que las hojas de menta fresca desempeñan un papel importante en las cocinas de Oriente Medio y Asia, donde aparecen en numerosos chutneys, tés, ensaladas y postres. Las hojas de menta secas, el extracto de menta y la jalea de menta también aparecen en los platos estadounidenses y británicos. La hierba tiene una afinidad especial por el cordero.
Las plantas de menta son la fuente de mentol, un ingrediente popular en los aerosoles de fragancias para el hogar, productos para el cuidado del cuerpo y remedios caseros para las dolencias digestivas menores. El mentol también aparece en los cigarrillos mentolados porque sus propiedades refrescantes y vigorizantes reducen la irritación de la garganta y proporcionan un sabor agradable.