Las naranjas están maduras cuando la fruta se siente firme y pesada por su tamaño. El color de la piel no es un signo de madurez en las naranjas. Las naranjas cultivadas en verano o en climas muy cálidos aún tienen manchas verdes cuando están maduras.
Las naranjas maduras están llenas de jugo y han estado en el árbol el tiempo suficiente para desarrollar un alto contenido de azúcar. La forma más fácil de juzgar la madurez de la naranja es recoger la fruta y sentirla. Si la piel se siente floja o la fruta se siente liviana, es probable que la pulpa anaranjada esté seca. Una piel suave y firme, sin puntos blandos y una sensación sólida y pesada muestra que la naranja está madura y lista para ser comida.