El asado y la cocción son dos métodos recomendados para recalentar la langosta precocida. Cada método requiere un termómetro para alimentos para garantizar que la langosta alcance una temperatura interna de 180 grados Fahrenheit antes del consumo.
Para recalentar una langosta en el horno, precaliéntela a 350 grados. Cepille la langosta con mantequilla derretida y jugo de limón, envuélvala en papel de aluminio y colóquela sobre una bandeja para hornear. Hornee la langosta durante 5 a 10 minutos o hasta que alcance los 180 grados. Para asar la langosta precocida, precaliente el asador, inserte el termómetro en la langosta y colóquelo a aproximadamente 4 pulgadas de la fuente de calor. Ase la langosta hasta que alcance la lectura de temperatura interna recomendada.