El pato asado de Pekín se considera el plato nacional de China. Este plato auténtico y emblemático se originó en la dinastía Yuan, que existió desde 1206-1368 dC, y es conocido en todo el mundo.
La preparación tradicional del pato asado de Pekín es notoriamente complicada. Habiendo seleccionado un espécimen de pato blanco de Beijing, los chefs arrancarán sus plumas y bombearán aire entre la piel exterior y la carne interior del pato. El siguiente paso es limpiar el ave y colgarla en un pincho de madera para que se seque al aire, antes de espolvorear su piel con azúcar. Cuando el chef finalmente llega a cocinar el pato, la tradición exige el uso de combustible de madera dura sin humo, junto con un gran cuidado en hacer que el pato se cocine de manera uniforme. El plato se originó en las cocinas de la realeza imperial, por lo que todo el proceso es el resultado de muchos años de refinamiento y perfección.
China es enorme, sin embargo, y diferentes regiones tienen sus propios platos favoritos. El plato preferido en Hong Kong, por ejemplo, es el dim sum, que en realidad es un término general para una amplia gama de platos, como albóndigas, costillas de cerdo y calamares sazonados, todos servidos tradicionalmente con té.