La pasta cruda es difícil de digerir y aún más difícil de absorber los nutrientes. Comer mucha pasta cruda puede ocasionar problemas de dificultad gastrointestinal. Sin embargo, comer pasta cruda no es necesariamente demasiado poco saludable, ya que no es probable que cause complicaciones fatales para la salud.
Se sabe que la pasta cruda contiene grandes cantidades de fitatos y lectinas, que también se conocen como antinutrientes. Estos dañan los revestimientos intestinales, interrumpen las vías enzimáticas e incluso causan inflamaciones sistémicas. Los fitatos continúan encontrando minerales como el hierro y el calcio, por lo que no están disponibles para su absorción en el torrente sanguíneo. Es por esto que alguien que come pasta cruda a menudo puede llegar a ser deficiente en minerales e incluso enfermarse.