El té preparado puede echarse a perder, ya que puede favorecer el crecimiento bacteriano. De hecho, incluso las bolsas de té procesadas pueden transportar las bacterias que recogieron mientras crecían, cosechaban o secaban. Si se manipulan de manera inadecuada, estas bacterias pueden contaminar la bebida preparada.
Sin embargo, remojar el té en agua recién hervida puede matar a estos microorganismos. Por lo tanto, el "té solar", que se prepara colocando bolsas de té en recipientes con agua al sol, no tiene el calor necesario para matar estas bacterias y debe evitarse. Incluso después de prepararse adecuadamente, el té preparado no debe mantenerse a temperatura ambiente durante largos períodos de tiempo.