Los dulces concentrados son alimentos con alto contenido de azúcar, como soda, jarabe, mermelada, dulces, jarabe de maíz, miel, melaza, jaleas y galletas. Cualquier alimento que contenga azúcares simples también se considera concentrado dulce. Estos alimentos se digieren rápidamente y la glucosa se libera en el torrente sanguíneo a los pocos minutos de su consumo.
Comer demasiados dulces concentrados puede aumentar el azúcar en la sangre rápidamente, por eso no se recomiendan los dulces concentrados para quienes padecen diabetes o para aquellos que desean perder peso. Alternativamente, se alienta a esas personas a comer carbohidratos complejos, que liberan azúcar lentamente, y frutas y verduras frescas, que son altas en fibra.