Las frutas y verduras como las manzanas, los melocotones y las peras, así como el brócoli, el repollo y las cebollas, pueden causar gases e hinchazón. La mayoría de los alimentos que contienen carbohidratos pueden causar gases.
El gas generalmente es causado por la ingestión de aire y por la descomposición de ciertos alimentos en el intestino grueso por las bacterias. Los alimentos que producen gas en una persona pueden no causar gas en otra persona, dependiendo de qué tan bien una persona digiera los carbohidratos y por el tipo de bacteria en los intestinos. Normalmente, pocas bacterias viven en el intestino delgado. Un crecimiento excesivo de bacterias puede producir un exceso de gas y también puede causar diarrea y pérdida de peso.
El seguimiento de los hábitos y síntomas alimentarios puede ayudar a identificar los alimentos que causan más gases. Las grasas y las proteínas causan poco gas, aunque limitar los alimentos con alto contenido de grasa puede reducir la hinchazón ya que menos grasa en el estómago ayuda a que el gas se mueva más rápidamente. La mayoría de las personas pasan gas, una combinación de dióxido de carbono, oxígeno, nitrógeno e hidrógeno, entre 13 y 21 veces al día.
Aunque no todos experimentan los mismos síntomas, los más comunes son eructos, flatulencias, hinchazón y dolor o molestias abdominales. Evitar o comer menos de los alimentos que producen gas puede ayudar a reducir los síntomas del gas. El gas se puede tratar reduciendo el aire tragado, haciendo cambios en la dieta o tomando medicamentos de venta libre o recetados. Los cambios en la dieta implican un enfoque de prueba y error para decidir qué cantidad de un determinado alimento puede manejar una persona con los síntomas.