Cocer a fuego lento un plato en una estufa generalmente requiere que el quemador se coloque en la posición más baja. Un hervidor a fuego lento está a una temperatura aproximada de 185 grados Fahrenheit y es identificable por las burbujas que alcanzan lentamente la superficie de el liquido.
Mantener el calor adecuado para cocinar a fuego lento puede ser complicado con una estufa eléctrica. Debido a que el quemador tarda un tiempo en calentarse y transferir ese calor a la olla, siempre debe vigilarse a fuego lento hasta que la temperatura se ajuste exactamente a la temperatura correcta. Demasiado calor hace que el líquido hierva, lo que reduce la cantidad de agua y altera la composición del plato.
