Por cada taza de leche entera solicitada en una receta, sustituya media taza de leche evaporada y media taza de agua para lograr la misma cremosidad y riqueza de leche entera.
Para agregar riqueza y cremosidad extra a un plato, use una cantidad igual de leche evaporada en lugar de leche entera.
La leche evaporada se obtiene calentando la leche entera o la leche descremada hasta que aproximadamente el 60 por ciento del agua presente en la leche se haya evaporado. Luego, la leche evaporada se vierte en latas, se sella y se recalienta para erradicar cualquier bacteria que pueda estar presente en la leche.