Los capones, que son gallos castrados y son un poco más grandes que los pollos frescos típicos, deben cocinar durante aproximadamente 12 minutos por libra, aunque este tiempo puede variar dependiendo de si el capón está relleno o no. Por ejemplo, un capón de 8 libras que no esté relleno debe asarse durante unos 90 minutos, o hasta que la temperatura interna de la carne se registre en 165 grados Fahrenheit.
Debido al tiempo adicional de cocción y el riesgo de enfermedades transmitidas por los alimentos, no se recomienda el relleno de aves, como un capón. Una forma de asar un capón es cocinarlo a fuego alto, como 450 grados, por un breve tiempo, luego terminarlo en un horno moderadamente caliente a 350 grados.