Las hojas de apio no solo son venenosas, sino que también son buenas para comer. De hecho, en el apio silvestre se desechan los tallos y se comen las hojas. Todas las partes de la planta de apio cultivada son comestibles y nutritivas.
La mayoría del apio que se encuentra en los supermercados estadounidenses es el tipo Pascal, que es verde. Otros tipos de apio son blancos, lo que significa que se auto blanquean o se han blanqueado manualmente. El apio blanco tiende a ser un poco más tierno y más dulce que el apio verde.
El apio contiene antioxidantes como la vitamina C, vitamina A, flavonoides, dihydrostilbenoids y furanocoumarins. Estos antioxidantes protegen el cuerpo, incluidos los vasos sanguíneos y los órganos, del daño causado por los radicales libres, que son moléculas de oxígeno que roban electrones de otras moléculas.
El apio también tiene un índice glucémico muy bajo, lo que lo hace beneficioso para los diabéticos. También tiene vitamina K, que es necesaria para la coagulación de la sangre, el mineral esencial de molibdeno, ácido fólico, potasio, fibra, manganeso, fósforo, magnesio, calcio y muchas de las vitaminas B.
Al comprar apio, los tallos deben ser gruesos y crujientes, y las hojas deben ser verdes y tener un aspecto fresco y robusto. Si los tallos están un poco flojos, pueden ser revividos con agua fresca y fresca.