Comer semillas de sandía no es malo para la salud de una persona. En cambio, la cucurbocitrina y la fibra que contienen son beneficiosas para los sistemas digestivo, cardiovascular y renal del cuerpo.
La cucurbocitrina en las semillas de sandía ayuda al sistema circulatorio al disminuir la presión arterial. Esta disminución de la presión arterial ayuda a que los riñones funcionen mejor al reducir la tensión excesiva para que los órganos puedan eliminar las toxinas del flujo sanguíneo de manera eficiente.
Especialmente cuando se comen con la carne de la sandía, las semillas agregan fibra extra a la dieta de una persona. Mientras que la carne es una fuente soluble, las semillas agregan volumen como fibra insoluble. Ayudan a mantener el tracto digestivo regular. Las semillas fibrosas también crean una sensación de saciedad para que una persona no coma en exceso durante las comidas.