El atún enlatado, como todas las carnes enlatadas que no se guardan en un refrigerador antes de abrirse, se consideran artículos no perecederos. A pesar de tener una fecha de caducidad, la lata no muestra signos de abolladuras, oxidación, fugas o abultamientos, el atún es generalmente seguro para comer.
La FDA considera que todos los alimentos enlatados tienen una vida útil ilimitada. Aunque no es necesario, los fabricantes incluyen fechas de caducidad para indicar hasta qué hora se considera que un producto tiene la máxima calidad. Deseche las latas si han estado expuestas a temperaturas de congelación o temperaturas superiores a 90 grados Fahrenheit.