Las papas originalmente provienen de América del Sur, especialmente de Bolivia y Perú. Los nativos cultivaban papas en las mesetas altas y en las montañas de los Andes porque hacía demasiado frío para cultivar trigo o maíz allí. Hay evidencia de que la papa se comió tan pronto como entre 8000 y 5000 a. C.
Los incas hicieron una harina de las papas que llamaron chuño, la cual no se echó a perder. Hicieron pan con esta harina.
Los exploradores españoles trajeron la papa a su país de origen alrededor de 1565. Desde allí, se extendió al resto de Europa. Las papas blancas se cultivaron en los Estados Unidos en 1838.