Las verduras que se han cocinado se pueden almacenar de manera segura en el refrigerador durante 3 a 7 días. Las sobras se deben colocar en recipientes cubiertos con un poco de espacio aéreo en la parte superior.
Las verduras con mayor contenido de agua, como el brócoli y los espárragos, pierden el sabor y la calidad más rápidamente que las que contienen poca agua. Las verduras enlatadas que se han cocinado, como los frijoles al horno, se pueden almacenar de manera segura durante 7 a 10 días.
Si las verduras no se almacenan adecuadamente, el moho puede comenzar a crecer y representar un riesgo de enfermedades transmitidas por los alimentos. Los condimentos agregados también pueden afectar el tiempo de almacenamiento de los alimentos sobrantes.
La vida útil de los vegetales crudos es corta, ya que tienden a deshidratarse y debilitarse.