La Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos establece que los huevos duros recién hechos no deben exponerse a temperatura ambiente durante más de dos horas después de ser cocinados. Los huevos duros tampoco deben estar expuestos a temperatura ambiente durante más de dos horas después de ser refrigerado o recalentado. El manejo y almacenamiento inadecuado de los productos de huevo aumenta las posibilidades de intoxicación alimentaria o contraer salmonela.
Todos los huevos duros que estén pelados o aún en una cáscara deben consumirse no más de una semana después de la cocción. Cualquier huevo que se transporte en un refrigerador u otro recipiente para alimentos debe mantenerse fresco con hielo o con un paquete de gel congelado hasta que esté listo para el consumo. También es importante mantener los huevos limpios antes y después de cocinarlos manteniendo las manos y cualquier otra cosa estéril que entre en contacto con los huevos antes de comerlos.