El cerdo debe refrigerarse dentro de las dos horas posteriores a la cocción. Si se deja de usar por más tiempo, la presencia de bacterias alcanza niveles peligrosos. Nunca es una buena idea probar la carne en busca de deterioro, ya que las bacterias en las carnes cocidas no alteran el sabor.
La carne de cerdo congelada debe descongelarse en la nevera y no en el mostrador. Las bacterias crecen en temperaturas superiores a 40 grados. La carne de cerdo descongelada se puede volver a congelar, pero la textura puede verse afectada.
La carne de cerdo fresca permanece bien en un refrigerador adecuadamente refrigerado por hasta cuatro días. Permanece comestible en el congelador hasta por seis meses.