Desde el siglo XIX, los frascos de jengibre se han utilizado en gran medida para la decoración, pero antes de ese tiempo se utilizaban con mayor frecuencia para el transporte de muchos tipos diferentes de especias, incluido el jengibre. El jarrón de jengibre típico es alto y acampanado hacia su parte superior sin asas u otras características externas y una tapa lisa o redondeada para sellar el frasco.
Un uso moderno de la jarra de jengibre es convertirlos en las bases de las lámparas de mesa. La construcción de los tarros les da una ventaja en esta forma de uso porque tienen un centro de gravedad bajo debido a su posición en cuclillas y ancho.
Los frascos de jengibre se originan en China, donde su uso en el comercio de especias fue superado por la demanda en el oeste de jarrones y otras cerámicas con un toque chino. Esta demanda creó un gran mercado para los tarros de jengibre decorativos producidos sin ningún propósito práctico en mente y exportados de China a Europa y al resto del Oeste.
Los frascos de jengibre están decorados en una gran cantidad de estilos diferentes. Un estilo distintivo debe su uso a su forma acampanada que permite que escenas e imágenes más grandes enmarquen otras más pequeñas con un gran efecto visual. Los motivos visuales comunes para los tarros de jengibre originados en China incluyen la carpa, los dragones y otros animales.