La mantequilla, la harina, la leche, la sal y la nuez moscada son los ingredientes básicos necesarios para hacer salsa blanca o bechamel. Bechamel, o salsa di besciamella en italiano, es una salsa de la cocina francesa y es la base de muchos platos, como cazuelas de pasta, sopas de crema, papas festoneadas y pastel de olla.
Un bechamel comienza con un roux. Derrita 5 cucharadas de mantequilla en una cacerola mediana a fuego medio-bajo. Agregue 4 cucharadas de harina y revuelva la mezcla hasta que esté suave. Aumente el fuego a medio y cocine la mezcla de harina y mantequilla durante aproximadamente seis a siete minutos o hasta que adopte un color arenoso. Mientras se cocina el roux, caliente 4 tazas de leche en una cacerola hasta el punto de ebullición.
Agregue la leche 1 taza a la vez al roux, batiendo constantemente hasta que la mezcla esté suave. Hierva la salsa y cocínela durante aproximadamente 10 minutos mientras la revuelve constantemente. Retire la salsa del fuego y sazone con 2 cucharaditas de sal y 1/2 cucharadita de nuez moscada recién rallada. Esta receta produce aproximadamente 3 tazas de salsa blanca.
Un bechamel clásico implica la adición de una hoja de laurel y 1/2 cebolla con clavos de clavo justo después de agregar la leche. Los cocineros también pueden incorporar otras capas de sabor al reemplazar la mitad de la leche con el caldo o agregar pimienta recién rallada en lugar de nuez moscada.