Según WebMD, el aceite de coco se ha utilizado para tratar la diabetes, la enfermedad cardíaca, la enfermedad de Alzheimer, el síndrome del intestino irritable, la enfermedad de Crohn, las afecciones de la tiroides y la fatiga crónica. Además, el aceite de coco se usa tópicamente para hidratar la piel y tratar enfermedades de la piel como la psoriasis. Sin embargo, WebMD afirma que no todos estos tratamientos potenciales han demostrado ser efectivos.
Según WebMD, el aceite de coco virgen puro contiene un 92 por ciento de grasa saturada, lo que representa la cantidad más concentrada presente en cualquier fuente de grasa. La mayoría de las grasas saturadas se encuentran en productos animales y contienen colesterol, pero los aceites tropicales como el aceite de coco no tienen colesterol. El aceite de coco contiene una mezcla inusual de ácidos grasos de cadena corta y media conocidos como triglicéridos. Los ácidos grasos más comunes que se encuentran en el aceite de coco son los ácidos láurico y mirístico, que se encuentran en concentraciones de 44 por ciento y 16.8 por ciento, respectivamente. Dariush Mozaffarian, co-director del programa de epidemiología cardiovascular en Harvard, afirma que también puede haber algunos químicos beneficiosos para las plantas presentes en el aceite de coco que aún no se han descubierto, ya que el aceite se deriva de una fuente vegetal.
Todo el aceite contiene la misma cantidad de calorías por gramo y no contiene vitaminas ni minerales. WebMD insiste en que, a pesar de las numerosas afirmaciones de salud, se requiere investigación adicional para determinar el alcance exacto de los beneficios de salud derivados del aceite de coco.