Los alimentos ricos en almidón, como el pan, las papas, el arroz, la pasta y los cereales, se convierten en azúcar durante la digestión. Los almidones, también conocidos como carbohidratos, se digieren más rápidamente que las grasas o proteínas y pueden causar una rápido aumento de los niveles de azúcar en la sangre.
Las grasas saludables, las carnes magras y la fibra pueden retardar la absorción de carbohidratos y ayudar a minimizar los picos de azúcar en la sangre. Comer un puñado de nueces o un trozo pequeño de queso 30 minutos antes de una comida reduce la digestión de carbohidratos, lo que a su vez disminuye la entrada del azúcar resultante en el torrente sanguíneo.
Comenzar una comida con una ensalada también retrasa la digestión de los carbohidratos. Las ensaladas de verduras están rellenas de fibra soluble, fibra que se disuelve. La fibra soluble absorbe el almidón y el azúcar en los intestinos y los libera muy lentamente en el torrente sanguíneo, minimizando los picos de azúcar en la sangre.
Otras buenas opciones de fibra para reducir la velocidad del azúcar incluyen frijoles, arroz integral, cereales y panes integrales, nueces, semillas y fruta fresca.
Incluir proteínas y vegetales cocidos en una comida también retrasa la digestión de carbohidratos. La carne magra, el pescado y los huevos son excelentes fuentes de proteínas saludables. Las verduras cocidas deben conservar un poco de frescura, ya que el exceso de cocción inhibe la absorción de almidón y azúcar.
Una porción de vino, cerveza o licor que se toma con una comida puede reducir la absorción de carbohidratos hasta en un 25 por ciento.