Entre las ventajas de las bebidas energéticas se encuentran un mayor estado de alerta y productividad, mientras que las desventajas incluyen el aumento de peso y problemas cardiovasculares. El consumo de bebidas energéticas también puede provocar efectos secundarios desagradables, como ansiedad, nerviosismo e irritabilidad.
Las bebidas energéticas de marcas como Red Bull y Monster tienden a tener niveles muy altos de cafeína o estimulantes equivalentes como guaraná y ginseng. Para algunos, esto puede llevar a palpitaciones del corazón y presión arterial alta, junto con deshidratación e insomnio. A la luz de su efecto deshidratante, y contrariamente a las suposiciones comunes, las bebidas energéticas no deben combinarse con un gran esfuerzo físico o ejercicio, ya que tal combinación conlleva una deshidratación grave.
Las bebidas energéticas son más convenientes que el café o el té, ya que proporcionan un impulso instantáneo en una lata. Sin embargo, su comercialización o embalaje puede ser engañoso. Por ejemplo, la lata puede mostrar el contenido de cafeína de una porción sin que sea inmediatamente obvio que una "porción" equivale a solo la mitad del contenido de la lata. Por lo tanto, es más difícil moderar con precisión la ingesta de estimulantes.
Es común usar bebidas energéticas como mezclador con alcohol, pero esto puede causar problemas. Aparte de la doble deshidratación, que afecta aún más la metabolización del alcohol por parte del cuerpo y conduce a una mayor toxicidad y resaca, el efecto estimulante de las bebidas energéticas disfraza el efecto depresivo del alcohol. Como resultado, las personas tienden a beber más, ya que han omitido o anulado las señales naturales, como la fatiga, para dejar de beber.