Las leguminosas son plantas agrícolas que contienen bacterias fijadoras de nitrógeno. Las leguminosas, como la alfafa y los frijoles, a menudo se llaman verduras, pero las verduras verdaderas carecen de las bacterias características de las legumbres. Otras legumbres son los guisantes, las lentejas, la soja, los guisantes, la algarroba y el mezquite.
Según la Clínica Mayo, las legumbres y los vegetales son importantes fuentes de nutrientes para los humanos y el ganado. Las legumbres también son de vital importancia debido a sus bacterias fijadoras de nitrógeno. El nitrógeno atmosférico es altamente inerte, lo que significa que no reacciona con la mayoría de los otros elementos. La mayoría de las plantas no pueden obtener nitrógeno directamente del aire, pero las legumbres sí pueden. La fijación de nitrógeno convierte el nitrógeno inerte en amoníaco, que es significativamente más reactivo. El amoníaco también es un ingrediente crucial en los fertilizantes.
Todas las plantas necesitan nitrógeno para prosperar. Las legumbres agregan nitrógeno al suelo, pero las verduras lo eliminan. Si el nitrógeno no se agrega nuevamente al suelo, pierde la capacidad de sostener los cultivos. Esta es la razón por la cual la rotación de cultivos es vital en áreas donde no se dispone de fertilizante nitrogenado. Por ejemplo, la rotación del maíz con alfalfa y frijoles mantiene los niveles adecuados de nitrógeno en el suelo.
La única leguminosa utilizada regularmente con fines decorativos es la vid Wisteria. Estas vides resistentes y florecientes crecen tan rápidamente que son difíciles de controlar. Los humanos no usan Wisteria para comer, pero con frecuencia lo cultivan por razones estéticas.