Antes de congelar un pastel de calabaza, asegúrese de que esté completamente frío antes de envolverlo. Esto ayuda a evitar que el vapor quede atrapado en la envoltura, lo que puede arruinar la textura y el sabor del pastel.
Después de que el pastel se enfríe completamente, primero envuélvalo en una envoltura de plástico y luego envuélvalo en una segunda capa de papel de aluminio. La lámina evita que los olores en el congelador penetren en el pastel. Coloque el pastel en una superficie plana en el congelador.
Otro método para congelar pasteles de calabaza es mantener el relleno y la corteza separados. Esto ayuda a evitar que la corteza se vuelva empapada.